viernes, 4 de septiembre de 2009

¡MENUDO OJO!

¡¡VAYA OJO!!
Os voy a contar una pequeña historia que le ha pasado a dos amiguetes. Para iros poniendo en situación, imaginad: seis de la mañana de domingo, metro, volviendo de Coslada de la boda de un colega. Dos chavales trajeados, cansados, deseando coger la piltra después de una noche bastante, digamos, larga. Risas recordando las talibanadas de los amigos en el banquete, barra libre, etc, etc. Vamos, que os podéis hacer una ligera idea de la situación. Dos zagales jóvenes, volviendo de la guerra, en plan el transporte público es un gran invento, y tal y tal.
Total, que estando en el vagón, como quien no quiere la cosa se acercan dos chavalitos con aspecto sudamericano, diecisiete años, morenitos de Maracay, y no precisamente de haber estado disfrutando de las playas de Zahara de los Atunes en el mes de agosto. Pinta raperillo, pantalón cagao, pañuelo en la cabeza, camiseta cuatro tallas más grande de equipo de futbol americano. En esto que de repente uno de ellos se levanta la camiseta, y deja entrever la empuñadura de un cuchillo jamonero de soberanas dimensiones. Uno de mis colegas lo ve, y aparta al otro que daba la espalda en ese momento a estos dos piezas, momento en el que el ínclito saca la Tizona de debajo del cinturón, amenazando con un LA BOLSA O LA VIDA ESTILO PANDILLERO ANALFABETO, léase, sacad las carteras ya putos cabrones. Se miraron mis colegas a los ojos, como podrían haberse mirado Terence Hill y Bud Spencer en Le Llamaban Trinidad. Con una mezcla de estupefacción, cansancio, rabia y, colega, ESTA ES LA NUESTRA, GRACIAS, DIOSMÍO!!. Me puedo imaginar el careto del más bajito de mis compis, que ya de por sí es de auténtico tarado mental, después de observar el brillo del acero esgrimido por el panchito.
Creo que el resto es fácil de imaginar. El espadachín llorando como una perra pidiendo clemencia, y su colega saliendo por patas gritando tonto el último. Resultado: dos hijosdeputa en comisaría de Nacional, mirando al cielo preguntándole a Moztezuma qué han hecho ellos en esta vida para merecer esto, y dos polizontes resignados a no coger la cama hasta las dos de la tarde. Gajes del oficio, tron, mejor a nosotros que a un pobre desgraciado.
¡¡¡MENUDO OJO TIENEN ESTOS DELINCUENTES DE TERCERA!!!

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