domingo, 25 de diciembre de 2011

EL AMOR

La tarea más importante y a la que más recursos ha dedicar el ser humano es, con mucha diferencia, aprender a amar. Y nunca, nunca se llega a su conocimiento más profundo y verdadero, ni en una vida de cien años de esfuerzo y tesón. Necesitaríamos veinte más para desentrañar ese gran misterio que mueve montañas. No es la voluntad, no. El amor provoca terremotos, sangre derramada, que el cobarde sea valiente, y el indolente, un héroe.

Qué es el amor. Difícil saberlo. Abarca tantas facetas, y ocupa tantos espacios que sería como intentar contar granos de arena en el desierto.

Sólo diré que todo lo que hacemos en nuestra vida está focalizado a una sola cosa: EL AMOR. Todos nuestros actos están motivados por el deseo de que los demás nos amen, y nos acepten.

Desde niños, hasta la decrepitud, especialmente en estos extremos vitales. Y es que si a un niño no se le toca, besa, abraza, mima desde su nacimiento, muere, se llama marasmo, y es la enfermedad del alma. ¿Qué desea un anciano? Sólo muestras de afecto para lo poco que le reste de vida. Y eso es el hombre. Seres complejos, fruto de millones de años de evolución, y de una amalgama de experiencias que forjan nuestra personalidad, y al mismo tiempo simples