sábado, 14 de enero de 2017

Niños muertos. Sociedad caduca.

“Papá, mamá, espero que algún día podáis odiarme un poquito menos. Ya no aguanto ir al colegio y no hay otra manera de no ir”. Ese es uno de los desgarradores párrafos de la carta de despedida que escribió Diego, de once años, antes de tirarse por la ventana del quinto piso de su casa de Leganés. Ocurrió en enero de 2016. Cuando sus padres supieron de los insultos y vejaciones continuos y sistemáticos por parte de un grupo de compañeros, se lo hicieron saber a los responsables del centro educativo donde todo ocurría. La respuesta que recibieron fue “son cosas de críos” El resultado: un niño tímito, maduro e inteligente, con unas notas excelentes es visitado en su tumba por unos padres destrozados de por vida. Simplemente porque un ser indefenso no recibió de quienes han de protegerle y auxiliarle, lo necesario: un parapeto, un consuelo, un refugio. Porque esos pequeños hijos de la gran puta que le hacían diariamente la vida imposible no recibieron el merecido castigo a tiempo, ni fueron reprendidos adecuadamente en su comportamiento. Porque mil protocolos, siglas, organismos autónomos o autonómicos, tutores, directores, asesores pedagógicos, etc directamente no hicieron su trabajo ni justificaron sus millonarios presupuestos. Cuando ocurren las desgracias, se limitan a cumplir el expediente, salvar su culo para que no les salpique la mierda y a dar las condolencias a la familia: no lo vimos venir, no esperábamos este desenlace, pobrecito…..Puro fariseísmo. Aproximadamente, cada dos meses un niño se quita la vida en España por lo que hoy llamamos BULLYING. O sea, el puteo del abusón de toda la vida al que se le ha puesto el foco, y un nombre muy rimbombante. Disponemos de herramientas de medida, métodos de prevención, y mecanismos de sobra para que estos casos luctuosos no ocurran, que no son aplicados sencilla y llanamente porque no hay voluntad política. Porque es mucho más importante cubrir los agujeros creados por la banca que ayudar a niños desvalidos y educar en la prevención, de proporcionar a los pequeños las herramientas necesarias para convertirse en ciudadanos con todas las letras. Porque la administración a todos los niveles simplemente MIRA PARA OTRO LADO. Finlandia, pionera en cuestiones de educación, ha creado el método KiVa, para el control y prevención de casos de acoso en el ámbito escolar, con unos resultados extraordinarios. En el siguiente link se amplía la información al respecto. https://psicologiaymente.net/desarrollo/metodo-kiva-bullying ¿Cuál es el motivo de que directamente no se copie lo que funciona? ¿Por qué hay un caso JOKIN, o DIEGO cada dos por tres en España? No se puede pedir madurez a un grupo de chavales de doce años que acosan a otro. Tampoco a los que están alrededor que miran a otro lado, no sea que el chorreo les caiga también a ellos. SÍ se les puede educar, enseñar que ese comportamiento no es el adecuado. Y las instituciones, además de educar en la prevención, deberían tomar medidas en caso de flagrante acoso, y pararlo. Punto. Hoy en día, la mayoría de los centros escolares tapan sistematicamente este tipo de cuestiones debido a que su publicidad podría afectar negativamente al buen nombre de la institución, lo cual puede, a su vez, derivar en pérdida de alumnos (cuantas veces prevalece el negocio sobre el bien del menor vilipendiado) Cuántos casos de acoso son resueltos por la vía fácil y rápida: el traslado del acosado a otro centro escolar, lo que acarrea en muchas ocasiones el cambio de domicilio de toda la familia. Incluso esa medida es profundamente imperfecta, pues hoy en día con la proliferación de las redes sociales, los acosadores pueden continuar campando a sus anchas en el cerebro de la víctima con total impunidad. El mundo al revés. Me remito al eminente doctor en Psicología, Don Iñaki Piñuel, que en el siguiente video explica perfectamente en qué consiste esta lacra del Bullying, y como está en nuestra mano erradicarlo. https://www.youtube.com/watch?v=r7STGLaO2wo La palpable dejación de funciones de las distintas administraciones se traduce también en la escasa voluntad de medir el grado de violencia en las aulas en nuestro país. Supongo, más bien estoy convencido, que los datos sacarían los colores a más de uno. No obstante, el acoso es responsabilidad de todos: maestros, tutores, bedeles, padres, administración, pedagogos, psicólogos, policía….y habría de ser abordado desde un punto de vista holístico para no volver a lamentar casos tan tristes como el de un niño que se quita de en medio en la flor de la vida. Y pongo en la cima de la pirámide de la responsabilidad a los padres, A NOSOTROS. Hace poco, coincidí con un conocido que estaba con su hijo de unos ocho años. Le pregunté que qué tal el pequeño, a lo que me respondió “es muy listo, el jodío, sólo que me han dicho en el cole que es un poco cabrón con los compañeros. ¿Y qué quieres que te diga? Que se pongan las pilas, mejor los demás que él” Estupefacto, me fui con la música a otra parte, pensando en cuantos padres justifican, fomentan o animan a un comportamiento de abuso, sin ser conscientes del monstruo que están creando en casa y fuera de ella. La ley del más fuerte. Por desgracia, por pura estadística, aproximadamente dentro de dos meses veremos en los titulares de los periódicos el caso de otro niño que se queda en el camino porque se le vuelve insoportable, que tras la indignación generalizada inicial, no será más que una estadística más que será, a su vez, tapada por otra noticia, por otro titular más impactante. Y nadie hará nada. Cuanto miedo nos da como sociedad mirarnos en el espejo…y con razón. Diego se quitó la vida. Si. Se suicidó. Pero cuántos abrieron la ventana, y le empujaron después al vacío.

2 comentarios:

  1. Uno de los efectos secundarios de la sociedad digital es que el acoso, que antes se daba en el colegio, hoy extienda sus tentáculos hasta el mismo hogar. Es necesario adaptar las soluciones a este nuevo panorama.

    ResponderEliminar
  2. Pero no es nada facil. Cómo lo haces? Está en todos lados. La gentuza tiene una vía de entrada en la vía de personitas sin madurez para triturarlas en todo momento y lugar. Lo unico que puede salvarnos es una labor formativa global. Información.

    ResponderEliminar